Inicio / Romántica / Mi dulce abogado / Capítulo 41 - Capítulo 43
Todos los capítulos de Mi dulce abogado: Capítulo 41 - Capítulo 43
43 chapters
No puedo más
Las nubes negras danzan sobre nuestras cabezas junto con una neblina que llena todo el ambiente de humedad. Nos cerramos bien los abrigos y colocamos las bufandas alrededor del cuello.Hoy es uno de esos días en los que el frío te cala hasta los huesos y ya lo llevas encima a todas partes. Puede que me haya vuelto supersticiosa pero mirando el cielo, siento un mal presagio y un escalofrío recorre mi columna.Marta, Tere, mi madre y yo. Ahí vamos las cuatro de compras. Me encanta volver a tener una buena relación con mi madre. Aunque no entienda que quiero dedicarme a la música, lo respeta. Yo por mi parte le muestro todo el cariño que no ha tenido estos últimos años.-Toma.- me tiende Tere algo entre sus dedos.Es una tarjeta de crédito. Es más gorda de los normal y negra, pero lo raro es que impreso en ella está mi nombre.- ¿Esto que es?-Venga Lis, no vayas a rechazarla. Hugo
Leer más
Con Hugo nada sale mal
Tengo el pelo chorreando, el agua resbala por mi cara mezclándose con las lágrimas. Mi hijo va a tener que vivir en un mundo donde en cualquier momento se podrá encontrar con esa imagen ¿Pensará Hugo que lo he engañado? Ahora nos encontramos con todo esto después de pedirme matrimonio y darme la tarjeta de crédito ¿ me pedirá que se la devuelva?Puedo imaginar su duda, lo ha hecho tantas veces que ya ni las recuerdo. Su primera reacción será pensar que miento, pero ya no tengo fuerzas para intentar convencerlo, para tener una agotadora conversación donde le explico todo. Escucho a mi espalda un coche derrapar, durante unos segundos creo que se saldrá de la carretera. O es un inconsciente o un desesperado. Frena al lado de mi coche. Hugo sale de dentro y Roberto por la puerta del copiloto¿Cómo demonios me han encontrado?-¡Lisa!.- grita caminando despacio hacia mi.- apártate, por favor.Levanta las manos a la altura de sus hombros, con las palmas hacia m
Leer más
Epílogo
Dos años despuésEl tiempo fue pasando y las aguas se fueron tranquilizando. Me alegra poder decir que el programa rectificó con una emotiva carta de tres minutos.Nos fuimos de viaje a Irlanda, sin duda el mejor de mi vida aunque después hemos hecho bastantes más.Me negué a casarme embarazada. Tenía la sensación de que era correr demasiado, como si lo hubiéramos hecho mal, así que después del nacimiento de mi hijo Hugo, nos casamos.Tere vive con nosotros. Durante la luna de miel por fin me armé de valor y le pregunté a Hugo sobre sus padres. Murieron en un accidente y su hermana se fue a vivir con él. La quiero como si fuera de mi propia sangre y cuando llegamos del viaje, tenía las maletas preparadas para irse. Según ella "No quiero ser un estorbo, vosotros necesitáis intimidad" por supuesto me negué.Su lugar está aquí, con nosotros tres, como la gran familia que so
Leer más