Una verdad que duele siempre.Natasha.Llegas a un punto dónde a veces deseas estar en otro lugar. En uno donde nadie te conozca o tal vez, solo desaparecer sin dejar rastro. Mi mente es mi arma más letal. Tiene doble filo, lo que no pasa se inventa y lo que pasa lo ignora. Ser secuestrada y crecer pensando que mis padres me habían abandonado, no creo que ayudara mucho a mi estropeada vida.Mi tía Francesca siempre intentó hacerme diferente ante la crianza de Stefano. Le di dolores de cabeza, claro que sí. No porque me la pasara de fiesta en fiesta, más bien creo que mi personalidad es quien la llevó a la locura.No es fácil convivir con una persona que desconfía de todos, que le busca las cinco patas al gato, una persona que si no le encuentra la lógica a las cosas, su cerebro no la dejará en paz. No me justifico, pero soy así debido al temor y la angustia de mi pasado olvidado, que era mostrado por partes en mis sueños.Una vida que es ajena para mí.
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