Una mujer caminaba muy nerviosa e irritada por los resultados de sus órdenes, que eran muy específicas, secuestrar a Alexander Pétrov, pero habían fallado y de remate sus hombres apresados y quizás muertos, pues no recibió respuestas a sus llamadas a los celulares, estaba ansiosa y furiosa. —Maldita sea estos idiotas, fui tan precisa con las órdenes, m****a, se me escapo, pero choco y salió herido, me informaron, pero no saben dónde está internado carajo, bola de incompetentes estúpidos —Y le largo una tremenda cachetada a su subordinado que estaba frente a ella Ya en el suelo solo la observo taciturno y asustado, pero volvió a incorporarse y comento —Pero mi señora Él tiene sus guardias que lo protegen, por eso es que no pudieron agarrarlo, tiene mucho poder —No me importa, sé lo que tiene, lo conozco muy bien, pero quiero tenerlo en mis manos, quiero verlo suplicándome eso quiero, quiero quitarle ese maldito orgullo que posee, quiero dejarlo como si fuera un pelele sin fuerza, co
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