Mijaíl llegó donde están las celdas para los enemigos de Alexander, un lugar insonorizado, estaba uno en cada celda, las 6 celdas estaban ocupadas, bajó con algunos guardias corpulentos que miraban a los presos con profundo odio, pues querían mucho a su amo a pesar de ser malhumorado.

Miro cada celda y se dio cuenta de que había uno herido y quejándose, pidió que abran esa reja, entro con dos guardias y pregunto.

—Tú, ¿quién ordeno seguir a Alexander? Habla hijo de puta —lo miro con los ojos entrecerrados, ya que el dolor lo tenía mal y contesto

—No sé, solo recibo órdenes de Gattori —lo dijo mirando a otra celda donde estaba un moreno alto y flaco con cicatrices en la cara

Mijaíl lo observo muy bien, llamo a dos de los más grandes, les dijo algo en los oídos y ellos entraron a la celda donde estaba esposado el preso y lo comenzaron a golpear en el estómago, en su rostro, lo dejaron bien mansito para que conteste las preguntas.

Mijaíl entró a la reja, los gorilas tenían al llamado