Alessandro que estaba tranquilo al escuchar esa voz cambio su semblante a uno hosco y muy enojado, se dio vuelta para observar de frente a la dueña de esa nefasta voz que no era otra que esa mujer que dice ser su novia y solo ha recibido de Él, rechazos y palabras llenas de ofensa, le respondió con furia—¡Respeta a mi novia!, la zorra barata eres tú Bianca, hasta estoy creyendo que eres la reina de todas ellasEl semblante de esa mujer era horrible, más parecía que del infierno hubiese escapado, se le acercó para gritarle reclamando—¿Qué m****a le dijiste al rector?, me despidió, sé que todo esto es tu culpa, porque casualmente fue después de nuestro encuentro en tu fiestecitaAlessandro la miraba, esta vez con suficiencia, con burla para acotar—Sí, es cierto, yo se lo pedí, porque tú solamente llegaste para joderme la vida, yo no soy nada tuyo, ni tú nada mío, aunque pensándolo bien jamás fuiste mía, porque si lo recuerdas amorcito, ¡no eras virgen cuando follamos!, pude haber esta
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