A pesar de ser una pregunta investigativa, el tono de Jay era decidido. "Solía preguntarme por qué de repente transferiste las acciones a mi nombre a Jack Ares, Abuelo, pero creo que ahora lo entiendo". Jay se burló de sí mismo. "No he sido más que una pieza de ajedrez en tu tablero desde mi nacimiento. Deseas controlarme, permitiéndome hacerme más poderoso, pero sólo hasta el grado que tú permitas. Nunca me permitirías más porque tienes miedo. ¿Y si consigo dominarte? ¿Y si derroco este reino de los negocios que has creado?”."Pero, sobre todo, temes que, con mi nuevo poder, consiga descubrir los trapos sucios que has escondido. ¿Y si me niego a unirme a esta suciedad que has creado? Tienes miedo, porque puedo destruir tu Chalet de Turmalina. Te aterroriza que acabe destruyendo la familia Ares. ¿Correcto?".El gran viejo amo miró estoicamente a Jay. La rigidez de su expresión ocultaba cualquier indicio de sus emociones. "Eres un monstruo", afirmó Jay: "¿Pero qué fue lo que t
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