Antes de que Sydney pudiera terminar de hablar, Jay le gritó: “¡Lárgate!”.Sydney estaba tan asustada que tropezó y salió.En ese momento, en la habitación solo quedaron Rose y Jay. Ambos se miraban el uno al otro con ojos furiosos. El ambiente en la habitación se volvió cada vez más complicado.“Rose, ¿me pregunto quién te dio el coraje para amenazarme? ¿Sabes que después de todos estos años, eres la primera persona que se atreve a hablar conmigo de esa forma?”, Jay se lo dijo entre los dientes.Rose sonrió victoriosa. “¡No sabía que pudiera ser tan importante para ti!”.La cara de Jay se puso vengativa. “Ya que quieres irte de la Ciudad Imperial, ¡inmediatamente reservaré un vuelo para ti y tu hija! En cuanto a Bebé Robbie, olvídate de llevarlo contigo”.Rose se rió de repente. Fue una risa amarga.Jay trataba a Jenson y Bebé Robbie como sus tesoros preciosos, pero no le importaba abandonar a ella y a su hija. Sin embargo, Zetty también era su hija. ¿No era cruel e injusto par
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