Royan no podía creer lo que presenció. No se imaginó que Rose se hubiera convertido en una persona completamente diferente. En el pasado, ella solo derramaba lágrimas silenciosas sin importar cómo la maltrataban.

Sin embargo, ese día no solo no mostró ningún respeto, sino que incluso golpeó a su madrastra.

"¡¿Rose Loyle, olvidaste quién eras?!". Royan cogió el archivador que estaba en la mesa, planeaba tirárselo a Rose.

Rose no se movió ni un poco. Sus ojos rojos irritados estaban mirando fijamente a Royan. "Si me pones un dedo encima hoy, convertiré esto en los titulares de mañana y romperé todas las relaciones con la familia Loyle. Me quedaré de brazos cruzados y veré al Gran Asia agredir Empresas Loyle. Veré cómo todos salís de una vida de riquezas embriagadoras a mendigos. Los veré a todos vosotros dirigiros hacia la vida humilde que solía vivir...".

El archivador en la mano de Royan se cayó. Estaba acostumbrado a una vida de riquezas y a ser respetado por mucha gente. Prefería