La tercera tía hizo su mayor esfuerzo para persuadir a la Abuela Lu. Después de todo, su padre y sus dos hermanos mayores le habían prometido que le iban a dar 300,000 yuanes una vez llegado el momento. ¡300,000 yuanes eran equivalentes a su salario anual!Sin embargo, no importaba qué dijeran la tercera tía o el Abuelo Lu, la Abuela Lu se rehusaba a cooperar. Al final, la tercera tía simplemente dijo, “Mamá, Hermano Mayor y Segundo Hermano dijeron que si tú arruinas esto y nuestros sobrinos no pueden costearse una casa y una esposa, ¡te van a culpar a ti por el resto de sus vidas!”Cuando escuchó eso, la Abuela Lu se sintió molesta y nerviosa. “Tienes… ¿Todavía tienes algo de conciencia? ¿Ya olvidaste cómo Yiran solía cuidar de nosotros?”La tercera tía sonrió y dijo, “Mamá, el pasado está en el pasado, y el presente es el presente. Tú no puedes arruinar a nuestra familia y el futuro de nuestra próxima generación solo por ella. Además, que mi sobrino y segundo sobrino no puedan casa
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