Hao Yimeng le hizo una serie de preguntas y cada una de ellas hizo que el rostro de Xiao Ziqi se pusiera aún más pálido.

“Ya es suficiente, estas cosas no tienen nada que ver una con la otra. Tienes que dejar de preguntar” dijo vagamente Xiao Ziqi.

Hao Yimeng no estaba dispuesta a obedecer. “Ziqi, estamos comprometidos, y dentro de poco nos vamos a casar. ¿Hay algo entre nosotros de lo que no podamos hablar?”.

Xiao Ziqi titubeó. Por supuesto, quería confesar. Después de todo, el asunto concerniente a Yi Jinli y Ling Yiran había sido un peso en su mente.

Especialmente en estos días, sus padres habían estado preocupados que aún estuviera enamorado de Ling Yiran, así que lo habían estado molestando para que no fuera a verla de nuevo.

¡Pero hacía tiempo que ya había dejado de tener sentimientos hacia ella!

Tuvo que esforzarse para no decir nada, pero al mismo tiempo, también estaba preocupado de que Yimeng se hiciera una idea errónea.

“Yimeng, hay algunas cosas que no puedo decir” Xiao