Su mandíbula estaba tensa, en cualquier momento podría romperse o dislocarse por la fuerza que estaba ejerciendo. Harry hacía cualquier cosa para que su enojo llegara a sobrepasar sus límites. Cerró la puerta de un portazo, luego se dirigió hacia su escritorio, donde se dejó caer en la silla.Cerró los ojos un momento respirando tres veces tratando de tranquilizarse.Falló. Nada podía hacer para contenerse, en serio que nada. Su hijo mayor, enamorado de un chico cinco años mayor que él. Una puta broma, sí, eso era, una puta, jodida, maldita y perra broma. Las cosas se habían salido de control de la noche a la mañana.Su esposo no lo quería ni ver cerca de él, después de lo de hoy. Despu&eacut
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