No me des las graciasEl viaje a San Antonio, no fue tan rápido como a Blake le hubiese deseado que fuera. Hope tuvo que hablar con la directora y maestra de Matthew para obtener el permiso de faltar a clases por esos días y seguidamente, tenían que pasar por la mansión Morgan para recoger las cosas de Matthew y Hope.—Podemos comprar lo que necesiten en San Antonio —insistió Blake, pero Hope negó y se bajó del auto en compañía del pequeño.—Es un gasto innecesario, cuando muy bien podemos llevarnos lo que necesitamos de casa —refutó Hope desde afuera.Blake bufó, pero terminó bajando del auto y caminando detrás de su esposa e hijo para coger sus propias cosas.—¡Espera Blake! —Chelsea cogió la mano del hombre y le hizo detenerse.—¿Qué pasa?—Quiero hablarte de Hope —dijo en un bajo susurro.Blake arqueó las cejas, pero asintió.Chelsea caminó al jardín con Blake pegado a sus talones, la muchacha por primera vez no sabía cómo iniciar una conversación.—Chelsea.—Cuídala mucho, por fa
¡Un pícnic! —¡Mamá! ¡Señor Blake! ¿Por qué no vienen? —el grito de Matthew les hizo separarse.Hope miró a Blake y por alguna razón desconocida para ella, se sonrojó ante la mirada apabullante que él le dedicó. En los ojos de Blake podía adivinar la pasión y temía que los suyos no fueran distintos.—Hope…—¡Mamá! —gritó Matthew de nuevo, esta vez lo hizo desde la puerta.Blake sonrió, cogió la maleta de Hope con la mano sana y caminaron juntos, mientras sus hombres se ocupaban del resto.—¿Qué pasa, por qué tantos gritos? —preguntó Hope al llegar junto a su hijo.—Quería que vieras lo bonita que es esta casa, tiene muchos trofeos —dijo señalando la colección de premios que Blake había recibido a lo largo de los años como actor, director y productor.—No, son premios que Blake ha conseguido gracias a su trabajo —le explicó.—¡Oh! —exclamó Matthew, formando una perfecta O con su boca.—Voy a mostrarles sus habitaciones —intervino Blake, mirando a Hope.—Claro, vamos —convino—. Te ayuda
Su gran nocheLos pensamientos de Blake Cameron se vieron interrumpidos en el momento que Matthew entró al despacho junto a Hope.Blake les sonrió y trató de apartar a Scott Carter de su cabeza, confiando que sus hombres harían el trabajo que la policía no había podido hacer hasta el momento.—¿Sucede algo? —preguntó Hope al notar que la sonrisa del hombre fue forzada.Blake la miró, quería decirle que no había ningún problema, pero omitir lo que sucedía no ayudaría a su relación.—Te lo contaré más tarde —le susurró.Hope asintió y salieron al comedor para cenar.Una hora más tarde, Hope y Blake acompañaron a Matthew a la cama.—No te vayas —habló el pequeño al ver las intenciones de su madre de dejar la habitación.—Creí que querías que Blake te leyera un cuento —dijo Hope volviendo sobre sus pasos.—Quiero que lo haga, pero quiero que estés con nosotros —pidió.Hope asintió y se acomodó a su lado, ambos escucharon a Blake contar al menos cinco cuentos antes de que Matthew cediera a
¿Eres mi papá?Blake abrió los ojos, se cubrió los ojos y pensó que todo lo que había sucedido con Hope era solamente un sueño, un bonito y hermoso sueño…, pero el sonido de la llave al abrirse en el cuarto de baño le hizo sonreír.¡No fue un sueño! ¡Hope y él habían hecho el amor!Blake intentó levantarse para acompañar a su esposa a tomar una ducha, pero el dolor del brazo le impidió moverse y el mareo que le siguió casi lo noqueo.«Tiene que venir a revisión en dos días»El hombre arrugó la frente, se había olvidado por completo de su cita con el médico y no pensaba decirle nada a Hope o era muy capaz de llevarlo de regreso a Los Ángeles.—¿Te sientes bien? —preguntó la dueña de sus pensamientos. Blake había estado distraído y no se había dado cuenta de que la llave en la ducha se había cerrado, ni de la puerta abrirse y cerrarse.—Estoy bien —mintió.Hope se mordió el labio, su mirada se deslizó por el pecho desnudo de Blake e instintivamente se pasó la lengua por el labio inferio
Una segunda oportunidad El silencio que siguió luego de aquella confesión fue sepulcral, mientras las miradas de padre e hijo se enfrentaron. —Matthew —Blake fue el primero en romper el silencio e intentar tocarlo, pero Matthew se alejó un paso y él no quiso insistir. El corazón de Blake se rompió ante el rechazo de su hijo, sin embargo, comprendía lo difícil que era para el pequeño aceptarlo como padre, pues él lo había visto como amigo nada más. La verdad cambiaba muchas cosas y temía que el poco terreno ganado en el corazón de Matthew se perdiera. —Matt. El pequeño parpadeó, sus pequeños ojos se llenaron de lágrimas y sus hombros temblaron. —No quería que fueras mi papá —musitó. Blake creyó que era imposible sentir más dolor que el rechazo de su hijo, pero estas palabras fueron mortales para él. —Lo siento —musitó. Matthew negó. —Me caes bien y me gusta pasar tiempo contigo, pero… cuando imaginaba a papá, no pensé que sería como tú —admitió. Blake comprendió a lo que su
Noche de pizza Blake caminó por el sendero del rancho, dejar a Hope y Matthew solos había sido muy difícil, sobre todo, porque sabía que el tema de conversación era él. —Señor. Blake se detuvo al escuchar la voz de John, su guardaespaldas había estado muy silencioso esos días, y él esperaba que la razón fuera Scott. El magnate lamentaba la actitud del hombre a quien creyó por muchos años su mejor amigo, casi hermano; pero esto dejaba claro que no existían amistades infalibles y que la traición termina llegando de personas que jamás imaginó, lo peor era no saber el motivo de su odio. —¿Qué noticias me tienes? —preguntó deteniéndose junto a la cerca, con la vista al horizonte, mientras el sol se ocultaba y daba paso a una noche oscura. —Connor sigue investigando, pero no ha podido acceder a ninguna información privilegiada, es nuevo y esta gente no confiará en él de buenas a primeras. Tendrá que hacer algo para ser aceptado —explicó John con seriedad. —Hacer algo, ¿cómo qué? —pr
No fui yoEl semblante de Larry cambió en un abrir y cerrar de ojos, mientras Chelsea pensaba que iba a desmayarse cuando su color pasó a ser pálido, tan pálido como una hoja de papel.—¡Larry! —llamó Chelsea, el silencio fue aterrador, él tenía la mirada perdida y sus manos temblaban tanto que el móvil terminó en el piso—. Dime algo, por favor —suplicó angustiada, ni siquiera cuando estuvo herido, Larry estuvo silencioso.Sin embargo, por la cabeza de Larry solamente podían repetirse las palabras de su madre y la reciente información del hombre que le llamó. Él no tenía idea de quién era o cómo tenía su número de teléfono, pero era evidente que lo conocía y conocía muy bien a su padre.—¡Larry, por favor, dime algo! —Chelsea estaba a punto de perder la cabeza, agitó el hombro de su novio hasta lograr que él parpadeara, no era mucho, pero ya era algo.—Mi padre fue trasladado al hospital general —murmuró tan bajo que Chelsea escuchó por la cercanía que había entre ellos.—¿Quieres que
Nunca dejé de hacerloLarry no apartó la mirada de los ojos de su padre, y él tampoco apartó la mirada de su hijo.—¿Por qué tengo que creerte? —le cuestionó sin acercarse.—No tienes ningún motivo para hacerlo, lo sé; pero jamás me habría atrevido a asesinar a mi propio hermano, Henry era la única familia que tenía.Larry apretó los puños y sintió la rabia emerger de lo más profundo de su ser y no sabía exactamente cuál era la razón.—Nadie aceptaría la culpa siendo inocente, tú nunca negaste haber disparado, ¡Nunca la señalaste como la responsable! —gritó con los ojos llenos de lágrimas. Él no sabía ni cómo sentirse en ese momento.—¡Está enamorado de tu madre! Y al final de todo fue mi culpa —aceptó—. Yo la arrastré al lado oscuro, la llevé por los caminos del vicio y cuando no tuve más dinero, ella trató de buscarlo sin importar lo que tuviera que hacer.—¡Eso no justifica que le arrebatara la vida a mi tío Henry!—¿Qué esperabas que hiciera?—¡Que dijeras la verdad! Porque mientr