BautizoLuego de una tarde de comprar vestidos y zapatos, Cody invitó a Ava a cenar, no sin convertirse en el centro de atracción a dondequiera que iban o lugar al que entraban.—¿Tengo algo en el rostro? —preguntó Ava con duda, señalándose a sí misma.—No, ¿por qué? —cuestionó Cody mirándola de un lado y de otro.—Siento que la gente nos mira demasiado —se aventuró a decir.Cody no se había fijado en las personas, su atención estaba concentrada únicamente en Ava, la mujer que había derrumbado todas sus barreras y de quien se había enamorado hasta el tuétano.—Será porque estás con el hombre más guapo de la ciudad —respondió Cody con seducción.Ava entornó los ojos.—También puede ser debido a mi belleza, aunque soy modesta y prefiero pasar desapercibida —dijo con una sonrisa en los labios.Cody suspiró, aquel era el motivo por el cual se enamoraba más y más de Ava. Ella nunca lo miraba como alguien inalcanzable, menos le rendía pleitesía y le llevaba la contraria en la mayoría de las
Isaac no estaba muy seguro de tener el valor de enfrentar el pasado, no era cobardía, pero ser hombre no lo exoneraba de los sentimientos, era humano y el miedo se había convertido en su única compañía por muchos días. Muchos meses en los que únicamente deseó morir cada segundo del día. Sin embargo, ahora tenía la oportunidad de poner fin a aquella organización, si el destino quería que tuviese suerte ese fin de semana cerraría las puertas del pasado para siempre y que mejor que haciéndose justicia.Cuando la camioneta negra estacionó en una esquina de la ciudad, muy lejos de la casa de Abby, él no dudó en subir y marcharse. Lo hacía por él, por Abby y Daphne, ambas eran inocentes en todo aquel embrollo.Las siguientes horas, Isaac rindió declaración ante sus jefes, cuando la luz del sol anunció la llegada de un nuevo día, cientos de policías ocuparon sus lugares y rodearon la zona donde Isaac estuvo secuestrado.—¿Está seguro que quieres ser partícipe de esto? —preguntó su jefe viénd
Abby subió a la camioneta de su padre, James se había ofrecido a llevarla al aeropuerto para volver a casa luego de unos pocos días en familia.—¿Por qué tienes que irte tan pronto? —preguntó Bárbara subiéndose y sentándose a su lado.—No solicité permiso en la universidad para faltar. Además, tengo otras cosas de las cuales ocuparme —respondió tratando de apegarse a la verdad en medida de lo posible.Abby no estaba preparada para hablar a sus padres sobre Xavier y las sensaciones extrañas que le despertaba en el cuerpo y corazón.—¿Estás segura de que no tienes nada que decirnos? —preguntó James con seriedad, mirándola a través del retrovisor.Abby lo miró y sonrió.—No estoy segura de que sea un buen momento para hablar sobre un tema en particular, pero puedo decirles que quizá la próxima vez que venga de visita no lo haga sola —susurró al tiempo que James pisaba el freno de manera abrupta.—¡James! —gritó Bárbara por la acción repentina de su marido.—¿Qué quieres decir? —preguntó
«Cásate conmigo»Ava miró el anillo en la mano de Cody antes de dirigir su mirada a los ojos del hombre.—Cody —susurró con la voz estrangulada por la emoción y por el llanto que estaba controlando para no dejarlo escapar.—Sé que he prometido a tu padre esperar a que tengas un título universitario, pero puedes tenerlo igual siendo una mujer casada —dijo él a punto de levantarse tras no obtener la respuesta que esperaba de Ava.—Si mi padre se opone…—Voy a secuestrarte y de igual manera me casaré contigo si es lo que quieres —respondió con rapidez.Ava sonrió.—Entonces secuéstrame, llévame lejos si mi padre se opone, pero cásate conmigo —respondió sorprendiendo a Cody.El futbolista tragó.—¿Aceptas? —preguntó creyendo que había entendido mal.—Sí, acepto ser tu esposa. Incluso estoy dispuesta a ser una fugitiva por amor —respondió Ava, dispuesta a vivir su historia de amor sin contratiempos. Su padre posiblemente no estaría del todo feliz, pero tendría que aceptar su relación y su
Ava y Cody se vieron sorprendidos a escuchar las palabras de Larry, pues lo que esperaban era una explosión de su parte. Quizá gritos, insultos y maldiciones, pero ¿Qué se lo tomará tan tranquilo? Eso si no.—¿Hablas en serio? —preguntó Ava aún impresionada.—Puedo arrepentirme…—¡No! —gritó la pareja al unísono—. ¡No, no, no! —exclamaron para diversión de Larry.Por supuesto que él no pensaba oponerse a la felicidad de su hija y era evidente que Cody era el hombre elegido por ella, quizá los años de diferencia entre ellos era el motivo de tener una bonita y estable relación.—Bien, entonces no hablemos más —dijo Larry—. Que tus padres se reúnan con mi esposa para los preparativos de la boda —indicó.Ava y Cody se miraron y el acto no pasó desapercibido para Larry y Chelsea y supieron que algo pasaba allí.—¿Qué sucede? ¿Por qué tienen esas caras? —cuestionó.Cody se armó de valor y les contó a sus futuros suegros la situación con sus padres y aunque le dolía aceptarlo, también recono
Las siguientes semanas pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Ava y Chelsea se ocuparon de todos los preparativos de la boda, discutieron desde la servilleta hasta el vestido de novia. El cual llevó varios días para ponerse de acuerdo, mientras Cody visitó a sus padres para informarles sobre su decisión de casarse y dejarles la cordial invitación para acompañarlo ese día.Cody evitó la confrontación con su padre, pues no importaba como fuera o se comportaran con él, seguían siendo las personas que le dieron la vida y eso era algo que agradecía profundamente, pero también tenía claro que eso no les daba ningún derecho a intervenir en su vida y tratar de vivir su vida o elegirle una esposa.Por otro lado, Daphne y Connor acudieron a su cita médica, con seis meses de embarazo, ambos estaban deseando conocer el sexo de su bebé para elegir un nombre. Connor no tenía preferencia por el sexo del niño, todo lo que deseaba era que viniera al mundo sano y salvo. Sobre todo, que Daphne saliera vi
Ava tembló al sentir el cierre de su vestido correr y los dedos de Cody acariciar la piel de su espalda desnuda. La fiesta había quedado atrás, ellos se habían despedido de su familia para pasar su noche de bodas en el hotel más prestigioso de la ciudad, sin embargo, ni Ava ni Cody estaban para ver los detalles de aquella imponente suite. Ellos no tenían ojos para nadie que no fuera ellos y este momento que sería su primera noche juntos.—Estás temblando —susurró Cody junto al oído de la joven.Ava no lo negó.—Quiero ser tuya —respondió.Cody bajó el rostro sobre el hombro de Ava, cerró los ojos al tiempo que dejaba un sendero de besos sobre la piel femenina, haciendo que el cuerpo de la joven se erizara ante el contacto de la húmeda lengua masculina rasando su carne.Ava suspiró, cerró los ojos mientras su vestido de novia se fue deslizando por completo de su cuerpo hasta caer al piso.El gemido que abandonó los labios de Cody lo dijo todo. Había deseado a Ava desde hace mucho tiemp
«Abby»El cuerpo de la joven tembló, su corazón latió casi con violencia dentro de su pecho. Había pasado tanto tiempo desde aquella última vez que se habían visto, desde aquella extraña y fría despedida.—Isaac…El exagente le sonrió, no podía hacer otra cosa. Jamás imaginó que encontraría a Abby justamente en la puerta de la mansión Cameron.—¿Qué haces aquí? —preguntaron al unísono.El silencio se instaló entre ellos luego de aquella pregunta, Isaac no sabía si debía responder y Abby estaba tan asombrada que no encontraba su voz.Isaac se fijó en la mano sobre la mano de Abby, no la había retirado, y así fue como fueron sorprendidos cuando la puerta se abrió.—¡Señorita Hamilton! —pronunció la muchacha.Abby le sonrió, pero se lamentó la interrupción, seguramente ahora venía la despedida y no volverían a encontrarse.—Señor Harper —saludó la muchacha al darse cuenta de la presencia de Isaac —¿Cuánto tiempo sin verlo? —exclamó.Isaac le sonrió, mientras Abby lo miraba de manera inte