Capítulo 48

Kamila

No pude aguantarme las ganas de estar Daniel y si se preguntan dónde quedó eso de que iba a esperar a conocernos mejor. Pues les diré que se quedó en la basura al ver la devoción y la lujuria con la que sus ojos me miraron. Ya que jamás nadie me había mirado así de bonito como lo había hecho Daniel y eso despertó en mí a la mujer que tenía dormida.

La verdad es que yo no soy una mujer del todo tímida o santa y siempre he sabido luchar por lo que quiero y esta noche lo quería a él. Quería que sus manos recorrieran toda mi piel desde una punta hasta la otra y que sus caricias se quedaran grabadas en cada rincón.

Luego de decirle aquellas palabras en su oído y de que me pusiera a horcajadas sobre su regazo. Sentí como Daniel recorrió mi cuerpo con sus manos y luego sostuvo mi cintura firmemente; eliminando así cualquier distancia entre nosotros. Para hacerme sentir el delicioso aroma que desprende su cuerpo.

Atrapo sus labios en un beso apasionado y desesperado, el c