Gerald colgó el teléfono. En lugar de volver al dormitorio, fue directamente a la escuela de manejo.

En sus manos, sostuvo el nuevo vestido que había comprado para Mila.

El vestido estaba cuidadosamente empaquetado en una lujosa caja.

Gerald planeaba dárselo a Mila cuando tuviera la oportunidad.

Le sería fácil enfrentarse a chicas como Xavia y Quinn, que siempre le decían a sus amigos que les gustaba recibir regalos.

Sin embargo, cuando se trataba de Mila, Gerald no creía que fuera una buena idea hacerlo.

Incluso podría ser contraproducente.

De cualquier manera, Gerald tenía curiosidad por saber a quién quería presentarle Mila.

Pero cuando Gerald se paró frente a la escuela de manejo, se puso nervioso al ver la escena que tenía delante.

Mila estaba allí, sentada en un banco largo justo fuera de la escuela de manejo y mirando hacia el lado opuesto de Gerald.

Lo que puso nervioso a Gerald fue el hombre que estaba sentado al lado de Mila.

Además, Mila sostenía el brazo del homb