Para una chica con un ego tan grande como el de Alice, eso sin duda había sido un gran golpe para ella.

Gerald simplemente no podía ignorar el hecho de que él era realmente el culpable en ese momento.

Sacudiendo su cabeza, se dirigió a buscar las dos botellas de vino tinto que habían pedido.

Para su sorpresa, una vez que ambas tomaron sus bebidas y empezaron a beber el vino, Hillary le dijo a Gerald que las ayudara a empacar sus maletas también.

Era como si él personalmente trabajara para ellas o algo así. Afortunadamente, Alice tenía otras cosas en mente, por lo que sus ojos nunca se enfocaron realmente en él.

Cuando terminó de empacar todo para ellas, ambas botellas de vino tinto estaban vacías.

Aunque Alice en este punto estaba claramente borracha, todavía insistía en tomar más vino. Gerald no tuvo más remedio que obedecer sus órdenes.

Sin embargo, justo cuando Gerald finalmente estaba preparado para irse, ¡Alice comenzó a tener náuseas antes de caer al suelo!

Era ev