El centro comercial estaba lleno de gente.

Gerald se paseó sin saber qué marca comprar.

Solo necesitaba un celular resistente.

Al final, sus ojos se fijaron en un modelo de celular. Era de muy buena calidad con un precio de $2,830 dólares.

Podría decirse que era un teléfono caro.

“Señorita, ¿puedo echar un vistazo más de cerca a ese nuevo teléfono? ¡Gracias!”.

Gerald preguntó cortésmente a la vendedora.

La vendedora había visto a Gerald buscando alrededor durante casi medio día. Por la forma en que vestía Gerald, sabía que probablemente elegiría un teléfono más barato.

Sin embargo, pensó que solo estaba tratando de aparentar.

Como estaba paseando por un conocido centro comercial, la vendedora pensó que Gerald estaba fingiendo estar buscando algo. Entonces, ella esperaba que él actuara como si el teléfono no fuera lo que él quería y compraría un teléfono sin marca de 50 dólares y se iría.

Había visto a demasiadas personas así.

Cuando Gerald, de aspecto desaliñado, caminó haci