Aunque el aura de Lyndon se hacía cada vez más fuerte, Gerald simplemente se quedó con los brazos cruzados, agitando la cabeza todo el tiempo.

“¡Tú, mocoso…! ¡¿Cómo te atreves a despreciar mi Inmovilización del Trueno?!”, gruñó Lyndon, que ya había formado por completo una espada de aura.

“Aunque es cierto que la Técnica de la Espada del Trueno es bastante exquisita, a decir verdad, solo los tres últimos estilos pueden considerarse poderosos. A pesar de ser un discípulo de esa secta, no pareces ser capaz de usar ninguno de esos tres estilos, ¿o sí? Si puedes, te sugiero que utilices la Palma Estruendosa Trituradora de Huesos. Eso, como mínimo, ¡es más fuerte que el ataque que estás usando!”, se burló Gerald mientras seguía sacudiendo la cabeza.

“¡M*ldito chico…! ¡Por humillarme tanto, aquí tienes tu boleto de ida al infierno…!”, rugió Lyndon mientras reunía todo el poder que tenía y ¡lanzaba su ataque!

¡En ese momento, toda la zona comenzó a temblar e incluso los ríos de la montaña