“¡Me alegra escucharlo! Aún así, ¿sabes dónde está el dragón en este momento...?”, preguntó Gerald.

“¡Pero por supuesto! Como ya he dicho, varios de mis antepasados ​​intentaron acabar con el Dragón de las Llamas Rojas. Desafortunadamente, todos se vieron obligados a retirarse antes de que pudieran siquiera adentrarse en la Cueva Fyre... No obstante, he heredado un mapa de la cueva, así como un plan detallado. Con el mapa y nuestros poderes combinados, ¡creo que seremos capaces de adentrarnos más! Incluso si nos vemos obligados a retirarnos, ¡deberíamos poder escapar sanos y salvos con la ayuda de los demás!”, respondió Walter.

“¡Excelente!”, dijo Gerald.

“Entonces está arreglado. Reuniré a algunos de mis hombres esta noche y, cuando amanezca, ¡nos dirigiremos todos juntos a la Cueva Fyre! ¿Te parece bien quedarte en mi casa esta noche?”.

“¡No hay problema!”, declaró Gerald antes de seguir a Walter de regreso a la residencia de la familia Zeman...

Fue más tarde esa noche cuan