Cualquiera que fuera el caso, la sesión matutina de la subasta terminó pronto y Gerald se encontró saliendo de la casa de subastas con Aiden y Lucian…

Sin embargo, sin que el trío lo supiera, un hombre con traje estaba inmóvil en medio de la multitud que se marchaba, con los ojos clavados en Gerald. Aunque varias personas le fruncieron el ceño por obstruirles el paso, el hombre no les prestó atención. Después de un rato, otro hombre se acercó a él, lo que hizo que el hombre preguntara: “... ¿Ese es Gerald?”.

“Eso creo. Aun así, me desconcierta que pueda participar en la subasta en primer lugar. De todos modos, no tengo ni idea de quiénes son esos dos hombres que están con él…”, respondió el otro hombre mientras miraba fijamente la espalda de Gerald.

“Olvídate de esos dos, nuestro objetivo es Gerald. No puedo creer que podría toparme con él aquí, de todos los lugares… ¡Hasta Dios está de mi lado!”, dijo el hombre con una sonrisa malvada…

¡El hombre en cuestión no era otro que el ren