Cuando Ryugu se calmó un poco, Takeshi tragó saliva antes de responder: “... ¿Crees que los Futaba tienen otros hombres poderosos...?”. “… No. Incluso si hubiera personas poderosas dentro de su familia, nuestros dos asesinos aún así deberían haber podido informar. Además, ya hicimos una verificación exhaustiva de los antecedentes de su familia antes de intentar asesinar a Fujiko. Por lo que, sabemos que solo tienen unos pocos luchadores entrenados, aunque ninguno de ellos debería ser capaz de lidiar con Endo e Izumi”, dijo Ryugu mientras sacudía la cabeza. Aunque dijo eso, él sabía que había una gran posibilidad de que los dos ya estuvieran muertos. Sin embargo, eso planteó una pregunta. ¿De dónde demonios los Futaba habían encontrado a hombres tan poderosos de repente? Sin importar cuánto Ryugu se devanara su cerebro, simplemente no podía entenderlo. “Sí… Qué extraño… Con lo fuertes que son Endo e Izumi, esta misión debería haber sido pan comido para ellos. Me pregunto si hay al
Después de almorzar, Gerald y Fujiko salieron juntos de la mansión en una camioneta. Antes de partir, Takuya les había aconsejado a ambos, especialmente a Gerald, que prestaran atención a su entorno sin importar a dónde fueran. Después de todo, había una gran posibilidad de que los Kanagawa y los Hanyu estuvieran trabajando juntos. Por lo que, Takuya sabía que su hija estaba en más peligro que nunca en ese momento. Gerald, por supuesto, estuvo de acuerdo con esto, y juró proteger a Fujiko lo mejor que pudiera. No obstante, mientras ambos se dirigían rápidamente al lugar que el ejército japonés había designado para que se registraran, los Hanyu que vigilaban la entrada de la mansión, a quienes Ryugu había puesto allí, informaron de inmediato lo que vieron al líder de su equipo... “¿Qué? ¡¿Gerald y Fujiko se fueron juntos?!”, gritó Ryugu con los ojos muy abiertos mientras saltaba de su silla, dejando caer su cigarrillo en el proceso. “Aparentemente sí. Mis subordinados me informa
Aunque la camioneta ya estaba acelerando a ciento sesenta, Gerald se veía tan genial mientras tamborileaba casualmente con los dedos en el volante... Fujiko, por otro lado, no pudo evitar mirar a Gerald con los ojos muy abiertos antes de finalmente preguntar: “... ¿Quién diablos eres tú...?”. “Solo soy un hombre ordinario. Te lo he dicho muchas veces antes, ¿no?”, respondió Gerald con una sonrisa. “Ningún hombre común sería capaz de decir que ‘sintió la presencia de al menos diez personas acechando en las sombras’... ¿Cómo puedes medir la fuerza de una persona sin verla primero?”, murmuró Fujiko. “... Eso fue solo un presentimiento”, respondió Gerald, dándose cuenta de que pudo haber dicho demasiado. Naturalmente, no había forma de que él pudiera decirle que había sentido la presencia de esos hombres, y qué tan fuertes eran, usando su Espíritu Primordial Titánico. Con el Espíritu Primordial Titánico dentro de él, simplemente no había forma de esconderse de Gerald, sin importa
Al ver como los dos grupos de asesinos continuaban persiguiendo a Gerald y a Fujiko en la pantalla, Ryugu no pudo evitar preguntarse por qué los dos habían decidido de repente desviarse de la carretera. Debido a toda la investigación que habían hecho los Hanyu, mientras planeaban el asesinato inicial de Fujiko, Ryugu sabía con certeza que se suponía que Fujiko se dirigía al lugar donde se llevaría a cabo la competencia de fuerzas especiales. Después de todo, ¿adónde más podrían estar yendo? Teniendo eso en cuenta, ¿por qué de repente se desviaron del camino...? Sentado en la parte de atrás, Takeshi se dio cuenta de que no era el único que encontraba esto extraño, ya que poco después, uno de los subordinados, que estaba en el altavoz, preguntó: “¿Será que supusimos mal a dónde se dirigían?”. Después de una breve pausa, Ryugu solo se rio con frialdad antes de responder: “¡Ya ni siquiera me importa! ¡Solo síguelos hasta el final del infierno!”. ¿A quién le importaba si se dirigían
“Solo para dejarlo claro, no he dicho ningún nombre”, respondió Gerald mientras agitaba la cabeza. Él, por su parte, sabía que no debía señalar casualmente a ninguno de los Futabas. Sin embargo, por sus experiencias anteriores, era muy probable que la suposición de Fujiko fuera verdadera.“... Sea cual sea el caso, realmente no me atrevo siquiera a imaginar que semejantes incidentes estén ocurriendo en mi familia…”, murmuró Fujiko mientras su expresión se oscurecía. Incluso desde que era una niña, Fujiko había sido bien cuidada por todos los miembros de su familia. Teniendo eso en cuenta, le resultaba aún más difícil imaginarse que alguno de los amables miembros de su familia se pusiera en contra de su padre y le hiciera daño a su familia…Gerald permaneció en silencio después de escuchar eso, y simplemente se concentró en conducir, asegurándose de vigilar, a través de su espejo retrovisor, los dos coches detrás de ellos…En menos de veinte minutos, la pareja se encontraba cada
Aunque el tono inicial de Fujiko había sido alegre, a mitad de su frase, pareció darse cuenta de que había dicho algo que no debía, lo que la impulsó a callarse.Aunque a Gerald le pareció sospechoso, mantuvo una fachada tranquila mientras preguntaba, “¿Qué hay con tu familia?”.“Yo… Bueno, es obvio que mi familia sepa esas cosas. Después de todo, los Futaba son bastante poderosos”, respondió Fujiko antes de taparse ligeramente la boca.“Tiene sentido”, dijo Gerald mientras le seguía la corriente. Aun así, después de todo este tiempo que habían pasado juntos, Gerald tenía la sensación de que Fujiko acababa de confirmar accidentalmente que su familia formaba parte de la Tribu Seadom.Agradeciendo que Gerald no la presionara para que continuara, tras dar un suspiro de alivio, Fujiko añadió: “... En cualquier caso, aunque sé que hay ninjas en esa familia, nunca he conocido a ninguno personalmente. A fin de cuentas, las otras familias poderosas, incluyendo la nuestra, no tienen realmen
“¡Saca el mapa físico!”, ordenó Ryugu en cuanto colgó.Haciendo de inmediato lo que Ryugu le ordenó, Takeshi sacó el mapa y lo desenrolló ante él…Alternando su mirada entre la pantalla de navegación del coche y el mapa físico, Ryugu trazó la ruta que había tomado Gerald… Antes de que su dedo se detuviera finalmente en la cima de la montaña árida. Según el GPS, ¡los dos coches realmente habían entrado al territorio de la familia Yamashita!“¡Maldita sea! ¡¿Qué demonios está haciendo Gerald en el territorio de la familia Yamashita?! ¡¿Qué clase de relación tiene con ellos?!”, gruñó Ryungu mientras golpeaba el puño contra su asiento.“... Líder… ¿Cree que… el hombre que frustró el plan de asesinato de Saburo podría ser un ninja de la familia Yamashita…?”, especuló Takeshi.“... Existe la posibilidad … Sin embargo, nunca he conocido realmente a ningún ninja de esa familia… Demonios, ¡Ni siquiera me he enterado de ninguna conexión entre los Futaba y los Yamashita!”, respondió Ryugu mi
A pesar de escuchar la pregunta de Gerald, ninguno de ellos respondió.Al darse cuenta de que no estaban dispuestos a decir nada o ni siquiera moverse de su sitio, Gerarld, quien ya estaba perdiendo la paciencia, se preparó para hacer un movimiento mientras decía: “¡Ya que no que no quieren hablar, me aseguraré de que no vuelvan a hablar!”.Esta no era la primera vez que Gerald trataba con individuos así. ¡Por eso sabía que la fuerza bruta era la única manera de hacerlos hablar! Después de todo, la mayoría de las personas suelen estar dispuestas a hablar cuando están muy cerca de la muerte. Dicho esto, ¡Gerald se lanzó hacia ellos!Antes de que los hombres de Ryugu se dieran cuenta, ¡Gerald ya había pasado por delante de ellos y les había dado un golpe de karate en el cuello! ¡En menos de unos segundos, solo uno de ellos seguía vivo y de pie…!Temblando al ver que todos sus aliados habían muerto con los cuellos rotos, el último hombre de pie escuchó entonces a Gerald gruñir: “Repit