Después de eso, una ficha de madera dorada salió volando del bolsillo de Sumeru y flotó ante el rostro de Gerald...

“Eso de ahí, es una ficha de madera exclusiva para ti. Sirve como símbolo de tu identidad dentro de la Academia Leicom. Además, como eres mi único alumno, ¡tendrás acceso a todos los recursos de estudio de la academia!”, explicó Sumeru mientras le otorgaba oficialmente esos privilegios a Gerald.

Siendo un alumno del decano, Gerald prácticamente podía hacer lo que quisiera en la academia. Eso realmente era tener una posición noble.

Aun así, a Gerald, naturalmente, le importaba poco el aspecto de la fama. Honestamente, él estaba más emocionado por el hecho de que podía usar los recursos de estudio de la academia en cualquier momento y de la forma que quisiera. Con ese privilegio, Gerald seguramente podría dominar más habilidades y técnicas secretas, lo que le permitiría mejorar mucho más rápido.

Dicho esto, Sumeru ordenó: “¡Karsten! ¡Limpia el pabellón del patio est