“Capitán Wang, nosotros… ¡Solo somos gente ordinaria! ¡¿También tenemos miedo de morir, sabe...?!”, tartamudeó Kaleb mientras bajaba la cabeza, sin atreverse siquiera a mirar a Patrick a los ojos.

“¡Usted…!”, gruñó Quest, enfureciéndose más a cada segundo.

“Entonces... a ver si lo entiendo. ¿Ambos están tratando de escapar en secreto solo porque tienen miedo de morir?”, dijo Gerald mientras echaba más leña al fuego. Después de todo, él realmente no tenía una buena impresión de aquel dúo.

Independientemente, al escuchar las palabras de Gerald, Kaleb y Malcolm se sintieron tan avergonzados que solo pudieron bajar más la cabeza.

Enloquecido, Quest luego sugirió: “Gente como estos dos... ¡Deberían ser capturados, Capitán Wang!”.

Al escuchar eso, Patrick se detuvo por un momento. Dándose la vuelta para mirar a Quest, dijo de manera casual: “... Solo... olvídalo... ¡No es un crimen temer a la muerte!”.

Capturarlos era un poco innecesario. Después de todo, el dúo realmente no habí