El helicóptero negro, que se parecía a un halcón, no estaba tripulado, y en ese momento se dirigía hacia la ubicación de Gerald mediante su sistema de piloto automático, dejando absolutamente estupefactos a todos los que lo veían.

Ese helicóptero... Tenía que costar al menos quince millones de dólares, ¿verdad...? ¿Le pertenecía a Gerald?

Noelle se encontró tapándose la boca en su estado de asombro. Gerald les había dado a todos su respuesta sin siquiera tener que decirla directamente.

Muy pronto, el helicóptero aterrizó y Gerald entró en la cabina.

Mirando a Noelle desde el interior del helicóptero, él sonrió antes de decir: “Ahí tienes tu respuesta. Si hay algo más que necesites en el futuro, ¡solo busca a Zack!”.

Después de mostrarle otra sutil sonrisa, se alejó volando en el helicóptero sin siquiera voltearse para echar una segunda mirada.

“…Oh Dios mío. Él... ¡É-él era realmente el señor Crawford de Mayberry! ¡Gerald es el señor Crawford! ¡Dios mío, vamos a ser ricos!