Al escuchar eso, las chicas se aseguraron de agradecer a Gerald primero, tan pronto se acercó lo suficiente.

Sin embargo, incluso cuando lo hicieron, Gerald seguía estando un poco distraído. Después de todo, le invadía constantemente recuerdos nostálgicos de la época en la que aún estudiaba en ese lugar.

Gerald por fin salió de sus recuerdos y se colocó en posición antes de decir: “Bueno, ¡tomaré la foto ahora si ustedes están listas!”.

“¡Estamos todas listas!”, dijeron las chicas después de ponerse en varias poses mientras se reían entre ellas.

Obteniendo la confirmación que necesitaba, Gerald levantó lentamente la cámara. Cuando estuvo seguro de que todas aparecieran en la foto, dijo: “¡Muy bien, a la cuenta de uno! ¡Dos! ¡Tres, m*erda!”.

De repente, Gerald repentinamente se sacudió de sorpresa y emoción, ¡lo que provocó que la cámara fuera lanzada al aire! Para cuando todos se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, ¡la cámara ya había caído al suelo! Con su lente liger