Era como si Gerald llevara un chaleco antibalas. Tenerlo puesto le permitía a Gerald permanecer ileso, ya que las otras partes no podrían acercarse a él porque saldrían lastimados. Aunque el problema de la otra parte podría resolverse si ese chaleco fuera penetrado, una vez que eso sucediera, Gerald sería seguramente el siguiente en ser herido.

Esa era la razón por la que él siempre había ocultado sus emociones en lo más profundo de su corazón. Él creía que el tiempo era la mejor medicina para curar el rencor, y después de un largo período, todo se olvidaría.

Sacudiéndose los pensamientos, Gerald cambió de tema preguntando: “Ya veo... ¿Y mi amigo Xeno? ¿Cómo le va?”.

“Cuando regresé para vengarme de Jett, recuerdo que los Moldell habían robado la mayor parte del sustento económico de Mayberry. Aunque sé que Yoel acabó siendo torturado hasta el punto de convertirse en un mendigo, también escuché noticias de que el comercio de automóviles de Xeno no iba demasiado bien en aquel ento