Todo lo que Gerald siempre había querido hacer era vivir una vida normal.

Sin embargo, ahora que estaba en la Ciudad Lugaw, tenía que empezar a buscar gente con un físico yin fuerte. Por lo que sabía, tenía que deambular por lugares donde se reuniera mucha gente. En otras palabras, lugares concurridos como estaciones de tren y bulliciosas calles comerciales.

Teniendo esto en cuenta, sabía que ahora era un buen momento para comenzar la búsqueda.

Por lo que pudo ver, la Ciudad Lugaw era un lugar animado, y mientras caminaba, vio unos cuantos puestos que vendían pequeños collares que eran propiedad de los antepasados de los vendedores. Algunos parecían vender también lo que parecían ser radios de los años setenta.

Mientras miraba a su alrededor, Gerald notó que varias personas, bastante emocionadas, se reunían alrededor de uno de los puestos. Después de eso, escuchó una voz que decía: “¡Señor, por favor! ¡Necesito el dinero urgentemente para curar a mi hijo enfermo! ¡Tenga en cuen