Gerald estaba sonriendo mientras decía eso y miraba a Yume.

"¡Eres... eres tú!", gritó Yume.

Aunque su rostro inicialmente estaba pálido por el pánico, en el momento en que vio a Gerald, instantáneamente se puso rojo como un tomate. Aunque estaba claramente sonrojada, Gerald podía sentir simultáneamente un profundo odio y un indicio de intención asesina en sus ojos.

“Así es… Sin embargo, parece que ambos vinimos aquí hoy con el mismo propósito en mente. ¿También estás planeando ir al palacio del rey del océano?”, preguntó Gerald, quien se había sorprendido al escucharla murmurar sobre eso hace un momento.

“¡Yo… no lo sé! ¡Deja de hablarme!", respondió Yume antes de ponerse de pie e inmediatamente girarse para mirar hacia el otro lado mientras recordaba las palabras del maestro Fantasma sobre el destino de su matrimonio...

“A juzgar por los resultados de la piedra del matrimonio, parece que ya ha conocido a la persona de la que acabará enamorándose, ¡señorita Gunter! ¡Por lo q