4- Ayudando

Pov: Samanta

— Tom amor, ¿Estás listo? — lo llamo porque se nos hace tarde.

— Lo siento Sam — sale listo para salir — Siento que me faltan mil horas de sueño — me da un beso rápido mientras agarra sus cosas y salimos camino al hospital.

— ¿Ayer cómo te fue? — cuando llego creo ya estaba muy dormida.

— Difícil vida, esa chica está sola, se arrancó la vía, fue complicado, pero luego se quedó tranquila — Tomo su mano dándole apoyo.

— Hiciste bien, ella necesitaba alguien que la apoye — él sonríe y asiente.

— Sus padres murieron y se crío en un orfanato, dice que tenía una amiga que hace un año se suicidó, es nueva acá y le pasa algo así — Tomi suspira angustiado. — Me hizo pensar en lo de tus papás — me mira afligido.

A Tom siempre le da angustia pensar que cuando yo tenía 3 años me quede sin mis papás, pero mi hermano y mi tía han sido una familia increíble, duele y los extraño a veces, los he necesitado otras veces, pero la vida me lleno de gente preciosa.

— Es complicado, a veces pienso que si no hubiera estado la tía Dara, Feli no hubiera podido quedarse conmigo, él aún era menor de edad, fui afortunada — Tomi aprieta mi mano y asiente.

— A veces no noto lo afortunado que fui al crecer con mis papás, mis hermanas, mis tíos, somos una gran familia y hay muchos que no tienen nada — Tomi maneja una empatía sinigual, él siente por demás, sufre con ellos y eso lo hace un hombre único.

— Pero lo bueno amor, es que vos estás dispuesto a ayudar a esas personas que no tienen a nadie, ahí está tu trabajo y ese granito de arena que ayuda a muchos — suspira y sonríe.

— ¿Cómo sos tan sabía si tenemos la misma edad? — Me sonrío y ruedo los ojos — Sos tan perfecta amor que a veces siento que sos un sueño — lo empujo con mi cuerpo.

— Tom por favor, no seas exagerado — nos comenzamos a reír mientras llegamos al hospital.

— Gracias por decir lo correcto en el momento que más lo necesito — me besa mientras toma mis mejillas. — Ahora entremos doctora que sino no te suelo más.

Me río divertida mientras entramos para arrancar nuestro trabajo.

.......

Estuvimos unas horas haciendo rondas, atendiendo algunos pacientes, dando altas, como siempre.

Tomi luego de unas rondas fue a ver a Azul, según escuché al parecer en la mañana se cayó y se esquinzo el pie, él estaba preocupado, ya que dice que si vuelve sola a su casa y nadie puede ayudarla podría dificultarle la recuperación.

La verdad que tiene razón, es muy importante tener un sistema de apoyo en casa si sufrieron alguna lesión.

— Hola Celin — saludo a mi paciente mientras comienzo a revisar cómo está todo y poder darle de alta.

— Hola doctora, ¿Ya me iré a casa? Estoy muy cansada de estar acá, este colchón va a matarme — sigo revisándola.

— Pareciera que ya estás mejor, me hubieras avisado y podía conseguirte un colchón mejor — sacude su mano restándole importancia.

— Sos buena querida, pero como voy a quitarte tiempo que podes estar curando a alguien más — frunzo el ceño y apoyo mi mano en su hombro.

— Jamás me quitarías tiempo, yo estoy para ayudar, no solo para curarte Celin, es muy importante que estés cómoda, que tengas una buena estadía en el hospital — sonríe cariñosamente.

— Muchachita linda, la mejor doctora que me ha tocado — termino de acomodar su ropa al terminar de revisarla.

— Gracias Celin, tengo una buena noticia, ya podrá ir a casa — sonríe emocionada — Así que no tendrá que sufrir más, dormirá en su cama al fin — me da un abrazo agradecida por mi atención.

Esta es la parte que más me gusta, el agradecimiento de los pacientes, sus muestras de afecto, que siempre tengan una sonrisa cuando los vengo a ver, ayudar más allá de solo lo físico.

— Doctora, ¿Se quedó sin pacientes? — Mati viene caminando mirándome divertido.

— Creo que tengo que revisar a unos dos más de la lista — miro mi anotador.

— Todos preguntan ¿Dónde está la doctora amable? — me sonrío mientras ruedo los ojos.

— No seas mentiroso — me mira incrédulo.

— Es verdad, dicen que vos y Tomi son la pareja de doctores más amables — me rio divertida.

— Vos sos amable también — se encoje de hombros.

— Pero no estoy tan joven como ustedes, además que... me gusta pediatría, suelo ser más amable con los niños, los adultos son muy caprichosos — es verdad a Mati le molesta que los adultos hagan capricho.

Pero hay que entender que cuando uno está en una situación de estrés no es nada racional.

— Los adultos también sienten Mati — me mira como diciendo "Vez".

— Estás hecha para esta profesión Sam — sacudo mi mano mientras camino a terminar mis pendientes.

.......

Miro mi reloj y ya es la hora de salir, no vi a Tomi en todo el día, no sé si abra estado con esa chica o con sus pacientes, pero voy a buscarlo para irnos a casa.

Camino por el pasillo donde el día anterior estaba esta chica Azul.

— Sammy — me giro al escuchan la voz de Euge.

— Euge ¿Qué haces? — se acerca y me da un abrazo.

— Hola hermosa, vine a hacer un traslado a una paciente cardíaca — Eugenia es mi cuñada la mujer de mi hermano Felipe.

— Estoy buscando a Tomi, creo que esta con una paciente, una chica que tuvo un accidente y lo tomo como figura de apego — Euge arquea una ceja — ¿Feli y los niños?

— Bien, como siempre los niños haciendo descontrol y tu hermano repartiéndose en mil partes— me mira dudosa — Cuidado con las pacientes que se apegan mucho, Tomi es lindo y bueno, algunas se aprovechan de eso Sam, cuida lo tuyo — frunzo el ceño negando.

— No Euge, eso no sucede tranquila, además Tom...

— Lo digo por experiencia Sam, Tom es demasiado bueno con los pacientes, solo no lo pierdas de vista — me da un beso en la mejilla — Tengo que correr, el deber llama, cuídate Hermosa — Euge se va y me quedo dudosa.

Digamos que mi cuñada es una mujer bastante celosa, algo que yo no soy, confío plenamente en Tomi, él jamás me traicionaría.

No tengo que dejarme guiar por ese tipo de sentimientos.

Voy hasta la habitación de Azul y Tomi está sentado mientras ella está recostada en la cama, hablan muy casual, como si se conocieran de siempre.

— No sé si quiero que me den el alta — dice Azul.

— Es mejor que estés en tu casa cómoda y...

— Sola — ella lo interrumpe y suspira — Pero si mejor ir a casa, solo que extrañaré estar rodeada de gente tan agradable — ella lo mira con sus ojos brillantes.

— Mira, te voy a dar mi número — ¿Le va a dar su número? Bueno lo hemos hecho con otros pacientes, pero...

— Si algo llega a suceder me avisas, no estás sola, hay muchas personas acá dispuestas a ayudarte — que tonta soy, como voy a pensar tonterías de Tom, el solo está siendo una buena persona.

— Gracias.... yo... — Azul sonríe y mira a Tom como si fuera lo más increíble que vio, eso.... eso ¿No me gusta? Eso creo.

— Gracias Tomás, de verdad muchas gracias — no me gusta como lo mira, bueno...

Tomi es un hombre apuesto, amable, un buen doctor pero.... simplemente me siento incomoda viéndola a ella mirarlo de eso modo, es extraño....

¡Sam basta! Esto no es sano, confías en él y solo está ayudando.

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