Pov: Tomás.

Hoy si, le voy a pedir que cenemos juntos.

¡No puede ser tan difícil!

Me paro en la puerta dudando si golpear o no, solo pienso en lo que hice mal y que no quiero arruinar esto, que solo un paso en falso y la pierdo para siempre.

Maldigo la hora en que ayude a Azul, más lo pienso más me convenzo de que quizás... ¡No! Sería demasiado rebuscado y frivolo.

¡Me drogo! Ya nada es rebuscado y frivolo, exacto, ella me drogo para acostarse conmigo, quizás no la toque, no podía con mi propio cuerpo al grado de quedar inconsciente, ¿Cómo podría tener sexo así?

¡Ya basta!

No quiero darle vuelta más al asunto, al fin y al cabo Azul ya no está.

Supongo que en su soledad y todos los problema que tiene hizo algo que estuvo mal y desapareció de mi radar por respeto. Quiero creerlo.

¡Ay ya no sé que creer!

— ¿Qué querés Tomi? — Cali abre la puerta y me sobresalto.

— Yo.... yo... busco a Sam — Cali rueda los ojos y luego se comienza a reír.

— ¿Usted no aprende verdad? — La miro confu