ERIK

No tienen idea de lo mal que me tiene todo esto, mi cabeza no articula ni una buena idea.

Salgo de la habitación de Atenea, más tarde vamos a hablar, de sus reglas, me duele la cara todavía, mi viejo si que pega fuerte, estuve unas horas con hielo y me bajo la hinchazón, pero me duele bastante. Mi padrino casi me paga también, esto parece una broma de mal gusto, termino siendo el villano te todo, es un poco injusto, pero entiendo que están todos con la impresión del momento.

No sé si volver a mi casa, no sé que hacer, las palabras de Atenea me lastimaron, la verdad que fui bastante tonto, pero no puedo creer que casi me dejo engañar para que me alejara de esta situación. Primero estuve en shock un rato, pero ya cuando lo había pensado antes hice ese proceso de indecisión, digamos que un hijo ahora no sería lo ideal, pero un hijo de Atenea y mío es algo que jamás pensé posible, aunque ella no quiera saber nada conmigo, yo soy alguien responsable. Voy a amar y cuidar a mi o mis h