Capítulo 80

Charles busca a María, ella aún no sabe de su regreso y quiere que sea una sorpresa.

—¿Que haces aquí? —nerviosa deja a un lado la charola que tenía en sus manos mientras ayudaba en la cocina.

El lobo la toma de las manos, la observa con los ojos más tiernos que el amor puede expresar en su mirada

—Vine por ti, porque serás mi esposa.

El lobo espera que ella se emocione, la eligió por encima de otras, por encima de sus creencias acerca de las reglas, de todo lo que se le enseño.

—No, tu y yo no podemos estar juntos.

Maria sale corriendo, sus ojos llenos de lágrimas solo revelan el dolor que aún siente, pues cree que es una loba que no es digna de amar.

Charles se queda perplejo, pero una de las sirvientas en un tono angustiado le pide que vaya tras ella, lo que obedece.

Corre con todas sus fuerzas, la alcanza en medio del bosque que un día fue testigo de su primer beso

—Pense que estarias feliz, los dos nos amamos, quiero estar contigo.

—¡Nadie lo aprobará! Creo que en el