Cole de repente extendió la mano para tomar las frías y pequeñas manos de Angeline para tranquilizarla. “No te preocupes, Angeline. Te prometo que veré y cuidaré a tus hijos como si fueran míos”.

Zayne tomó una cuchara y la golpeó contra el dorso de la mano de Cole. “Suelta a mi hermana. ¿Qué crees que estás haciendo al mostrar afecto público en medio del día?”.

Cole retrajo las manos y sonrió elegantemente como un caballero. “¿Qué tan conservadora es tu familia?”.

Zayne respondió: “Dímelo tú. Nuestro apellido es Severe, por lo que estoy seguro de que puedes imaginarte el grado en que corren los valores de nuestra familia. Tendrás que pasar por muchas pruebas antes del matrimonio si quieres a mi hermana. Castidad, por ejemplo, también está la prohibición de tomarse de la mano y besarse, pero supongo que podrían mandarse besitos desde lejos si lo desean”.

Cole prestó atención y escuchó, incluso grabándolos cuidadosamente para no olvidarlos.

Angeline admiró en silencio la actuación