Angeline miró a Anne con enojo. Anne podía insultarla a ella y a Zayne, pero un ataque a su madre era inaceptable.

Ella se acercó a Anne, levantó la mano y le dio una bofetada en la mejilla. “No importa lo inútil que sea mi madre, al menos los valores de los niños a los que ella enseñó son normales. A diferencia de ti, a cuya hija le enseñaron a robar al hombre de otra persona, convirtiendo a la otra en amante mientras ella tiene el bebé del hombre”.

La información brotó de Angeline como una bomba atómica. En un instante, todos en la habitación se sorprendieron.

Los ojos de Anne se pusieron rojos mientras decía con enojo: “Lo entiendo. Fuiste abandonada por el Joven Amo Ares y tu forma de pensar no es la más clara. Por eso calumnias a mi Sera”.

Angeline dijo: “No la estoy calumniando. Puedes llamarla y preguntarle. No la has visto en ocho o nueve meses. Si cuentas los días, ella probablemente esté dando a luz este mes”.

George estaba conmocionado por la noticia. “Angeline, ¿lo que