Josephine bajó las escaleras acelerada con su mano sobre su frente magullada. Caminó hacia Jay y gritó pretenciosamente: "Jay, tu hijo acaba de jugarme una broma y no vas a hacer nada al respecto?".

Jay observó a Josephine en silencio...

"Sabes que no le gusta que lo toques", dijo con dureza: "pero continuaste provocándolo. Te lo buscaste tú misma".

Josephine se sintió inmensamente humillada . "Bueno, pensé que había mejorado. Es la única razón por la que vine a ofrecerme para cuidarlo. No sabía que iba a volver a comportarse mal".

La hermosa cara de Jay se oscureció ligeramente. "Jenson no está enfermo".

Josephine dijo en voz baja: "Sabes muy bien si está enfermo o no. Jay, ¿puedo recordarte que el Jenson original era frío y arrogante? Lo viste con tus propios ojos ese día cuando lo trajiste a nuestra casa, ¡era como una persona completamente diferente! Vivaz, alegre, gentil y educado. Originalmente pensé que su madre había curado su autismo, pero parece que la situación solo emp