Ella buscó justicia en nombre de Josephine Ares.

Zayne Severe se llevó las manos a la nariz, mirándola fijamente y enfurecido. "Rose Loyle, ¿crees que no me atrevería a golpear a una mujer? Déjame decirte algo, no me provoques. Cuando me provocan, ni siquiera me mostraría misericordioso conmigo mismo, menos contigo".

Hablaba con dureza, pero nunca hizo ningún movimiento.

Rose entendía que él no era el tipo de persona que normalmente levantaría la mano contra una mujer.

"No juegues con los sentimientos de Josephine", Rose le advirtió una vez más.

Zayne replicó: "¿Entonces Jay Ares puede jugar con mi hermana, pero yo no puedo jugar con la suya? ¿Dónde está la lógica en eso?".

Rose estaba tan enojada que le lanzó una patada a Zayne, la cual lo derribó.

"Maldita sea, no te pases de la raya. Si vuelves a agredirme físicamente, no me culpes si te hago lo mismo".

Rose se puso en cuclillas a su lado, mirando su aspecto desaliñado. “Prométeme que no irás a ver a Josephine”.

Zayne escup