Jay dijo con voz ronca: “Todos vayan a la cama. Encontraré una manera de traer a Mami de vuelta”.

Bebé Zetty seguía llorando y armando un escándalo. “No, no quiero dormir, quiero a Mami…”.

“Esta niña… ¿Por qué eres tan desobediente?”. Jay no sabía qué decir ante la actitud pegajosa de Bebé Zetty.

“Si lloras de nuevo, ya no podrás ver a Mami”, amenazó Jay.

Bebé Zetty estaba enojada, pero no se atrevió a hablar y solo lo miró con tristeza.

Como ya no había mami que la defendiera, Bebé Zetty también estaba un poco asustada.

Al ver que ella era dócil a la fuerza, pero no persuasible, Jay intensificó su intimidación. “Tu Mami ya no te quiere, así que tienes que escuchar a tu Tío de ahora en adelante. De lo contrario, Tío tampoco te querrá”.

Bebé Zetty dejó de sollozar, pero su carita estaba llena de miedo.

Bebé Robbie tomó la mano de su hermanita. “Bebé Zetty, no tengas miedo. ¡Hermano Mayor te quiere!”.

Bebé Zetty finalmente dejó de llorar y Jay pudo calmarse. Él se preguntó si el