Los ojos de Hecate estaban enrojecidos. Había una mirada de devastación en su rostro. “Sé que no le agrado a tu familia. Siempre pensé que les caía mal por mi educación. Hoy, por fin, me he dado cuenta de que la gente es capaz de escoger todo tipo de defectos en alguien que les cae mal. Bebé Robbie, ¿también encuentras mi personalidad despreciable?”.

Bebé Robbie se quedó boquiabierto. Quería responder a su pregunta, pero no se atrevía a decir algo. Finalmente, dijo en tono cortés: “Hecate, todos hemos tenido diferentes experiencias mientras crecíamos. Por eso tenemos personalidades diferentes. No todos son capaces de llevarse bien con los demás. No tienes que hacerles caso”.

Hecate dijo: “Lo sé. Mis expectativas para ustedes eran demasiado altas. Siempre esperé que me trataran como a una familia y que fueran considerados conmigo por las dificultades que pasé mientras crecía. Pensaba que tolerarían mis defectos y mis imprudencias. Sin embargo, no esperaba que la familia Ares fuera t