Jay dijo: “Solo piensa que es un sueño. Cuando despiertes, todo volverá a ser como antes”.

Angeline tomó el té que Jay le entregó y lo bebió con una sonrisa. Luego, puso la taza de té en la mesa de café y miró fijamente a Jay. “En mi sueño, eras alguien que podía controlar el pasado y el futuro”.

Jay acarició la cabeza de Angeline. “Angeline, me esforzaré por crear la vida que quieres”.

Ella enterró la cabeza en sus brazos. “Quiero tener una familia llena de hijos y nietos. Deseo disfrutar de la felicidad de tener una gran familia”.

Él casi escupe el té que tenía en la boca. “Todavía somos jóvenes, Angeline. Todavía es demasiado pronto para nosotros”.

Angeline escuchó la insinuación. “¿Quieres decir que todavía nos ocurrirán desastres? Ah. ¿Cuándo podremos disfrutar de la alegría de tener una familia llena de hijos y nietos después de pasar por tanto sufrimiento?”.

La mirada de los apuestos ojos de Jay era sombría.

“Ese día llegará”.

Zayne bajó del piso de arriba y se sentó con