Savannah dio un pisotón con rabia. “¡Jenson Ares, abre la puerta! Tengo que hacer una lectura para ti. ¡He visto sangre en mis visiones! Estás en peligro”.

Bebé Robbie frunció ligeramente el ceño, preguntándose: ‘Desde que me cambié con Jens, ¿la visión de Savannah es la de Jens o la mía?’.

Cuando su compañero de dormitorio escuchó los golpes en la puerta, le dijo a Bebé Robbie: "Jens, ¿no es muy poco caballeroso de tu parte no abrirle la puerta a la bella dama?”.

Bebé Robbie se dirigió a la puerta y la abrió.

Entonces, Savannah miró a Bebé Robbie y fijó su mirada en la frente de Bebé Robbie antes de decir: “Parece que tu frente brilla en la oscuridad, lo que representa un terrible presagio. No es de extrañar que mi lectura para ti también fuera siniestra. Te encontrarás con un acontecimiento catastrófico en un futuro próximo”.

Bebé Robbie no creyó ni una sola palabra de Savannah. Pensó que como ella se la pasaba todo el día estafando a otros, debía estar poseída o algo. Por lo ta