Bebé Zetty vaciló un poco.

Ella siempre se había considerado una niña débil. Poder ayudar a los moribundos y curar a los heridos ya era lo más ambicioso que ella podía lograr.

Pedirle que salvara a la gente de la Tierra Sagrada era algo que Bebé Zetty tenía el espíritu de hacer, pero le faltaba poder y fuerza.

Ella quería rechazar a Jake, pero al ver su expresión solemne y la luz decidida en sus ojos que brillaba tan intensamente como la propia Venus, Bebé Zetty no pudo evitar asentir con cautela. "Lo prometo".

Jake le sonrió y dijo: “Señorita Rozette, la Doctora Veneno usó veneno para retener a toda tu familia. Ellos ahora son débiles e incapaces de defenderse. Así que, para que pueda rescatarlos, me temo que primero tienes que encontrar una manera de desintoxicarlos".

Bebé Zetty caminaba ansiosamente en círculos. "Pero no sé qué tipo de veneno hay en sus cuerpos".

Jake dijo: "No te preocupes, te ayudaré a conseguir un poco de su sangre".

Bebé Zetty lo pensó y se mostró