”¿Qué?”. El Gran Viejo Amo Yorks se puso de pie abruptamente.

Sin embargo, cuando él notó a Bebé Robbie sentado tranquilamente en el sofá, se dio cuenta de que él, un anciano, no estaba ni remotamente tan tranquilo y sereno como el chico. Por lo tanto, él se obligó a volver a sentarse.

“¿Tienes un antídoto para el veneno, Bebé Robbie?”, preguntó el Gran Viejo Amo Yorks.

“No”, respondió Bebé Robbie.

El Gran Viejo Amo Yorks lo miró atónito. “¿Por qué no estás ansioso en lo absoluto, entonces?”.

Bebé Robbie se rio entre dientes. “Ese es tu hijo, no el mío. Por supuesto, no puedo sentir el mismo dolor que tú cuando pierdes a tu hijo”.

El Gran Viejo Amo Yorks se quedó estupefacto una vez más. Él se puso de pie y corrió al patio trasero esta vez.

Jordan y Bebé Robbie eran los únicos que quedaban en la sala de estar. Ambos se miraron el uno al otro.

Jordan sabía que Bebé Robbie fue una vez un agente secreto de rango 5s en la división de inteligencia militar y podría esquivar por com