Solo entonces Jay supo que Angeline se había despertado. Estaba muy sorprendido e inmediatamente tomó a Angeline de las manos de Jens.

Angeline apoyó su flácida cabeza en su hombro.

Jay se emocionó y dijo: “Angeline, estoy bien”.

Después de mirar de reojo a Jenson, Jay se fue a toda prisa con Angeline.

Jenson entró en el Campo del Buque Fragante. Cuando vio a Chloe, Sandra y Judy tendidas en un charco de sangre y tratando de recuperar el aliento, dijo con indiferencia: “Parece que llegué un poco antes”.

Pensaron que serían liberadas ya que Jay se había ido. Sin embargo, cuando escucharon las palabras frías y despiadadas de Jenson, sus corazones se desesperaron una vez más.

Jenson era lúcido y más despiadado que Jay. ¿Cómo los dejaría escapar tan fácilmente?

Jenson pensó por un momento y dijo: “Enciérrenlas. Busquen a un médico para que atienda sus lesiones”.

Todos se sorprendieron y lanzaron suspiros de alivio.

Jenson continuó: “Si mueren, ya no pueden servir como sacos de box