“¿Qué?”.

Boye dijo: “Yo había decidido irme de la Ciudad de las Nubes con mi esposo y ambos ya cambiamos nuestros números de teléfono. Angeline nos llamó, y tal vez es porque no pudo contactarnos que fue hasta la Ciudad de las Nubes a buscarnos. Ella estaba muy asustada, por eso ahora sufre de trastorno de somatización recurrente…”.

“¿Ella fue a tu villa? ¿Qué se supone que significa eso?”, preguntó Jay con temor.

“Sus músculos están anormalmente tensos y sus dedos están tan rígidos que parecen garras. Ella está paralizada. Cuando me vio, simplemente dijo dos palabras: salva... Jaybie”.

Cuando Jay escuchó lo que dijo, escupió una bocanada de sangre.

Jenson, que estaba estupefacto por el hecho de que su madre estaba gravemente enferma, volvió a sus sentidos cuando su padre escupió sangre.

“Papá”.

Boye ya no se estaba burlando de Jay. Dijo con seriedad: “JJ, deberías cuidarte bien por el bien de Angeline. Vuelve a la cama y acuéstate. Coopera conmigo y recibe tu tratamiento”.

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