Angeline tuvo un largo sueño.

En su sueño, había caído en un abismo sin fondo. Estaba completamente oscuro por todas partes. Ella estaba flotando en la oscuridad sin dirección ni propósito.

De repente, un rayo de luz sagrada se esparció por el este, y ella voló hacia ese rayo de luz con gran éxtasis.

En el mundo donde vio la luz, Rose la estaba llamando.

“Finalmente estás aquí, Angeline. Te he estado esperando tanto tiempo”, se quejó Rose.

Angeline se disculpó. “Rose, gracias por prestarme tu cuerpo. Me ha dado un tiempo adicional de más de diez años de vida. Ahora que mi deseo se ha cumplido, es hora de que te lo devuelva”.

Angeline se sintió ligera como una pluma cuando su alma abandonó su cuerpo.

Fue en este momento que de repente escuchó el grito desgarrador de Jay.

Rose le dijo: “Nunca debes mirar atrás, Angeline, porque si lo haces, volverás a caer en el mundo de los mortales y seguirás experimentando las dificultades del mundo”.

Cuando Angeline escuchó lo que dijo, sigu