Por la noche, Zayne, Josephine, Shirley y Bebé Zetty llegaron juntos al Pueblo de Ciruela Verde. Hicieron que Angeline y Jay los acompañaran al banquete en la Fortaleza de los Yorks.

Angeline no vio a Jenson ni a Bebé Robbie. Solo entonces recordó que no había visto a estos dos en todo el día. Ella se preocupó un poco.

“¿Dónde están Jens y Bebé Robbie?”.

Jay miró el horizonte brumoso, sumido en sus pensamientos. Cuando escuchó la voz de Angeline, respondió apresuradamente: “Los dos niños deben haber ido al artesano para pulir piedras en bruto”.

Angeline confiaba en él. Jay exhaló un suspiro de alivio.

“Vamos, entonces”. Angeline sonrió.

Josephine corrió hacia Angeline, la tomó del brazo cariñosamente y dijo: “¡Cuñada, te ves tan hermosa hoy! Eres tan buena con el maquillaje”.

Jay miró impotente a Josephine, que se había apretujado a la fuerza entre él y Angeline. Luego miró a Zayne luciendo un poco deprimido.

Zayne se rio y actuó como Josephine. Sostuvo la mano de Jay afectuosa