No había nada más que frialdad por parte de Josephine.

Por otro lado, todo estaba bien del lado de Angeline.

La mirada en los ojos de Jay hizo que Zayne se sintiera exasperado mientras miraba a Josephine que se apoyaba en él como un invertebrado. Él le dijo: “No tengas miedo. Cuando tu hermano quiera ajustar cuentas contigo, solo échale la culpa a Angeline. No creo que se enoje con Angeline, ¿verdad?”.

Josephine miró a Jay siendo muy amoroso con Angeline. La mirada en los ojos de Jay se veía tan cariñosa y gentil que no tenía idea de cómo toda esa agudeza en sus pupilas lograba desvanecerse sin dejar rastro.

Josephine de repente se dio cuenta de que lo que decía Zayne era razonable. Con Angeline como apoyo, Josephine hizo acopio de confianza y enderezó la espalda.

“Hermana Angeline, lo siento. Tendré que echarte al agua para salvarme a mí misma”, dijo Josephine.

Jenson le puso los ojos en blanco. “Desvergonzada”.

Josephine: “...”.

En ese momento, Jay de repente gritó: “Jens”.