Jay sintió como si le hubieran quitado un gran peso de encima. “Iré a abrir la puerta”.

Marilyn se quedó clavada en su lugar.

Jay caminó hacia la sala y abrió la puerta de seguridad. Cuando vio a Bebé Zetty y a su madre parada en la puerta, se quedó confundido y sorprendido.

“Sr. Ben”. Bebé Zetty se arrojó a los brazos de Jay en el momento en que ella lo vio.

Angeline notó que Jay estaba usando ropa de casa. A pesar de que era una camisa de manga larga y pantalones largos, eran todavía incapaces de hacer que el aura fría, elegante y encantadora en él saliera como cuando vestía traje y corbata. Su cabello negro ondulado todavía estaba húmedo, lo que le agregó un toque de encanto a él también.

Ella se quedó allí, inmóvil como una piedra.

Después de todo, ella estaba pretendiendo ser una persona ciega en ese momento, temiendo incluso mover su mirada descuidadamente.

“¿Quién es, cariño?”. Marilyn salió.

Cuando Angeline vio el pijama transparente de ella, sus ojos emitieron un aura