¿Era culpa suya que el montón de manzanas podridas de la compañía insistieran en causar estragos?

Zayne dio un paso adelante e informó: “Su Alteza, descubrí algo que es bastante trivial”.

Angeline le hizo un gesto con la mano. “Entonces no lo digas”.

¿Él pensaba que ella tenía todo el tiempo del mundo para lidiar con asuntos triviales?

Zayne dijo alegremente: “¡De acuerdo!”.

Grayson fulminó con la mirada a Zayne. “¿Cómo puedes llamar a eso trivial cuando tiene algo que ver con él?”.

Zayne se encogió de hombros. “¿Por qué me culpas cuando nuestra reina no quiere escucharlo?”.

Al darse cuenta de que Zayne estaba a punto de informarle de algo inusual, Angeline dijo: “Escuchémoslo, Zayne”.

Zayne se adelantó con la cabeza gacha mientras informaba débilmente. “Nuestros hombres recibieron la noticia de que tu hombre está buscando trabajo en el centro de mercado laboral”.

Angeline estaba tan furiosa que agarró el archivo de su escritorio y se lo tiró a Zayne, resoplando intensamente.