Historia corregida
bienvenidos a la historia de Gael y Tamara
Soy Tamara, tengo 17 años, vivo solo con mi madre Lorena, ya que mi padre nos abandonó cuando solo era una bebe, dejándonos nuestra suerte, ahora vivimos en un barrio; con cero comodidades y lo peor de todo es que siento que mi madre me odia, aunque nunca he entendido el porqué y ella jamás me lo ha dicho de frente pobre desde entonces mi madre se volvió una persona fría conmigo creo que ella me odia, pero nunca me lo ha dicho
- Tamara - me llama mi madre
- ¿dime mama?
- arréglate, te quiero lista en 20 minutos y procura no vestir tan niña - me suelta de una manera seca
- para qué quieres que me vista ... - ella da un golpe a la mesa haciendo que me sobresalte
- ¡has lo que te digo carajo! - me grita, salgo corriendo a mi habitación para hacer lo que me pide
Llegamos a un club nocturno, pero no sé por qué mi madre me trajo aquí
- ¿mamá, que hacemos aquí?
- ¡cállate! - suelta mi madre enojada
- ¿a quién buscan? - pregunta una joven con muy poca ropa
- busco al señor Leonel - la muchacha asiente y nos lleva a una oficina, pero en el camino veo a varias mujeres vestidas de igual manera y hombres haciendo fila para entrar
- hola Lorena, bienvenida - el señor besa a mi madre en la mejilla y después posa su mirada en mi
- ¿esta es? - dice mientras se acerca dándome una mirada de depredador, entonces yo doy unos pasos hacia atrás - tranquila, no te haré nada - dice mientras toca mi mejilla y yo de inmediato le quito la mano - es fierita - se ríe - ¿cuánto quieres por ella? - pregunta el hombre. ¿qué está pasando aquí?
- 800 mil dólares, y es virgen - dice mi madre y yo la miro asustada
- hecho - sonríe el señor y yo me acerco a mi madre
- mamá, ¿qué haces? - unos señores se acercan a mí y toman mi brazo
- suéltenme ¡mama, ayuda! - pero mi madre no hace nada, solo me sonríe mientras se despide con la mano, y sé que desde ese momento me doy cuenta de que ella no me ayudara, estoy sola
- ¡no, suélteme! Imbéciles - veo como las chicas que están casi desnudas me miran con lástima
- ya cállate zorra - siento un fuerte golpe en la cara, que hace que todo me dé vueltas, de un momento a otro me tiran en un colchón y me encierran
- ¡no, sáquenme de aquí! - grito y grito, pero es inútil, nadie me escuchará
así fue como llegue aquí, la verdad no sé cuantos días llevo encerrada, no me han dejado salir de este cuarto desde que llegue, lo único que me traen es comida. Siento que alguien abre la puerta poniéndome alerta, veo la silueta de una mujer
- hola, tú debes ser Tamara - yo asiento
- ven, vamos a bañarte - cuando intenta tocarme yo me alejo
- Tamara, no te haré daño, me llamo Sara - me dedica una sonrisa cálida
- quiero irme de aquí - le digo en un susurro, y esta suelta un suspiro
- todas quieren irse, pero es imposible Tamara y si sales, sales es, pero muerta - no puede ser, siento como me llegan las ganas de llorar, y así lo hago, siento como los brazos cálidos de Sara me rodean y yo lloro hasta que escuchamos que un hombre nos grita
- ¿qué pasa que no la has bañado?, el jefe la necesita - nos grita y ambas nos ponemos tensas
- ah y ponle esto - el hombre tira una prenda y me sonríe cuando tomo la prenda, abro mis ojos al ver la diminuta prenda que me acaba de dar ese hombre, no ni loca me pondré eso
Me encuentro peleando con Sara porque no quiero ponerme la prenda que me dio ese hombre. - Tamara, por favor colabora, te lo suplico. Si no lo haces, esos hombres te... - entra aquel hombre y, al ver que no me he cambiado, se pone completamente tenso. - ¿Por qué no la has cambiado, Sara? - No me pondré eso - le respondo con altanería. - ¿Qué dijiste? - dice gritando. - Que no me pondré eso - le digo levantando la cabeza. - Eres una m*****a perra - el hombre me agarra del pelo y me da una cachetada, haciéndome caer al suelo. Sara grita y le dice que pare, hasta que este me da una patada que me deja sin aire. - ¿Ahora sí te lo pondrás? - dice jalándome el cabello con fuerza. - Sí - digo de forma débil. Él me suelta y yo comienzo a llorar. Sara me ayuda a levantarme. - Tamara, te dije que hicieras caso - me dice Sara. Esta me pone con cuidado la prenda, organiza mi cabello y me maquilla para hacerme ver más grande. - Sara, estoy casi desnuda - digo tratando de tapar mi cuerpo.
Me levanto por un fuerte golpe que hace que me siente de un solo movimiento en la cama, veo de lejos la figura del hombre que me compro, el cual todavía no se nada de él - vete a bañar y luego baja a desayunar - me dice en tono frío, me doy una ducha rápida y cuando ya estoy lista bajo a desayunar - siéntate y come, después hablaremos - Yo como en silencio y cuando termino el me pregunta - ¿cómo te llamas? - Tamara - digo con voz tímida - ¿cuántos años tienes? - 17 - él abre los ojos algo sorprendido y escucho cuando dice - muy joven - siento la necesidad de saber de el, así que le pregunto - ¿cómo se llama usted? - Gael - es un nombre bonito - ¿cuántos años tiene? - él se ríe - ¿de verdad quieres saber? - yo asiento, y el vuelve a mirar seriamente - tengo 29 años - m****a es muy grande para mi - ¿por qué me compro? - oye niñata las preguntas aquí las hago yo - solo quiero saber por qué me compro - le levanto un poco la voz y siento como mi mejilla empieza a arder, el
Gael Cuando no vi a la pequeña mocosa por ninguna parte, empecé a desesperarme, hasta que la encontré La llevo a la casa y la tumbo en la cama, pero antes le digo que se quite el vestido, está lo único que hace es suplicar que no le haga nada, pero en medio de mi ira no soy capaz de pensar con claridad, cuando esta se quita el vestido la tiro boca abajo a la cama y quito mi cinturón, comienzo a darle varios golpes con mi cinturon, mientras la penetro con fuerza disfrutando de su estreches, observo como el cinturón se marca en su piel hasta llegar al punto de sacarle sangre, pero más que sentirme mal, lo que hace es excitarme, escucho como grita y suplica que pare, sin embargo, no paro hasta que siento que deja de protestar y me paro en seco - ¿Tamara? - la muevo, pero esta no responde - Tamara levántate - le grito, pero no hay respuesta lo que me empieza a preocupar - M****a, ¿ahora que hago? - Cuando veo sus marca
- la compré - ¿qué hiciste qué? - me grita mi amigo desde el teléfono - que la compre hombre- Gael, esa chica puede tener unos 17 o 18 años, ¿ como llego a ese lugar? - pregunta mi amigo - no sé, yo no pensaba comprarla, solo quería una p**a, pero esta chiquita no lo parecía, cuando salió se veía tan tierna, inocente, y tímida que no soporte la idea de que otro hombre la comprara, no sabes cuánto me costó tenerla - digo con una débil sonrisa en mi rostro al acordarme de la suma que gaste en ella, pero valió la pena - no puedo creer que hayas hecho esto amigo, es una niña debe estar en el instituto no es esos lugares - lo sé, pero no sé cómo llego ahí, tengo que preguntarle - si es mejor, bueno amigo te dejo en dos días voy a tu casa y la reviso - ok cuídate Han pasado una semana y ya Tamara se mueve más, aunque todavía no dejo que se pare de la cama<
Estoy viendo al techo pensando en lo que acabo de pasar con Zac, estoy realmente confundida es una locura todo lo que está pasando, ese beso con Zac me voló la cabeza - veo que estas despiertan - entra Gael con una taza de café - sí, es que ya no tengosueño - este se acerca y se sienta a mi lado - ¿cómo te sientes? - mejor, ya no me duele tanto las heridas - veo una mirada de arrepentimiento y me siento feliz de que se sienta de esa forma, después de la golpista que me dio es lo mínimo que debe sentir - Tamara, yo ... Lo siento mucho, sé que me pasé contigo, no debí agredirte de esa forma, pero es que tú me sacas de casillas y no pude controlar mi ira - pues por no querer controlar tu ira casi me matas a golpes ¡eres un imbécil! - le grito soltando toda mi rabia- solo fui albaño, y si tarde un poco más de la cuenta, pero no me escape, y tú eres un idiota que no me dejo explicar -
Siento como la sangre abandona mi cuerpo, y como zac se tensa al ver a Amelia parada viendo el espectáculo porno de nosotros, yo me bajo de un salto de las piernas de zac y miro apenada a Amelia - explícame ya mismo ¿qué es esto Tamara? - dice seria, pero yo no sé cómo contentar - Amelia, fue mi culpa yo ... - dice zac, pero ella lo calla - vete, quiero hablar con la chiquita a solas, y tú también deberías recapacitar, Gael, es tu mejor amigo y te estás metiendo con algo que es preciado para él - ¿preciado?, eso solo se lo cree usted señora - adiós Tamara - se despide zac, pero yo no soy capaz de mirarlo, ni a él, ni a amelia - mírame Tamara - me alza la mirada- no es correcto lo que estás haciendo, sé que eres joven, zac es muy guapo, pero ellos son mejores amigos, son como hermanos, si Gael se entera de eso, él no se lo perdonara. Dime algo, ¿acaso no sientes nada por Gael? - &nbs
Cuando escucho a Gael nombrar a zac me tenso por completo, a los segundos llega zac, con una morena alta con buen cuerpo, este saluda a zac y cuando posa su mirada en mi intento parecer que todo está bien - hola, Tamara - me saluda con un beso en la mejilla - hola, zac - le respondo regalándole una sonrisa falsa - les presento a mi novia, Luciana - ¿novia?, ¿El imbécil tenía novia cuando me beso? , miro a zac de la peor forma y él lo nota- mucho gusto soy Gael, el mejor amigo - la perra esa escanea a Gael y después le dedica una sonrisa coqueta, así que me paro y hago que me mire - hola, soy Tamara - ella me ve y veo su desprecio hacia mí, pero por lo menos la perra tiene educación y saluda - ¿van a cenar? - pregunta Gael- no, ya nos vamos. Tenemos afán - ¿es en serio?, lo está haciendo apropósito Gael, le lanza una mirada cómplice y después se despide de él al igual que yo<
¿qué mierdas hace zac en elbaño?, siento como este me recorre el cuerpo desnudo con la mirada - ¿zac que haces aquí?. Vete - le digo con tono molesto - ¿qué pasa?, ¿acaso ya no te sientes atraída por mí? - zac comienza a acercarse y yo trato de retroceder hasta que me encuentro con la pared delbaño - zac, Gael nos puede ver y no creo que le guste verte aquí - él toma mi cintura y me pega a su cuerpo - no sabes como me volaste la cabeza al verte con ese camisón, pero te ves más sexy ahora que estás desnuda - cada palabra la dice muy cerca de mi oído y siento como me recorre una electricidad por todo mi cuerpo al escuchar cada palabra que dice zac- ¿me deseaspequeña? - ¿Lo deseo?, yo ... Siento como su bulto se pega a mi vientre y este comienza a dar besos por mi cuello, sin querer suelto un jadeo y eso hace que él se active porque a continuación me carga y me pone en el lavado dejándome desn